La Mariposa Dorada
Una oruga paseaba sola como siempre lo hacía, se empezó a encontrar con muchas piedras por el camino, pasó de su estado feliz, al más infeliz...
Un día propuso prepararse, se puso debajo de
una hoja y empezó a formar una capa para protegerse de la intemperie. Su
letargo duró mucho tiempo, no hacía más que dormir. Cuando menos
esperaba la gente, cuando decían que nunca jamás despertaría...
Lo
hizo, salió de su letargo, más fuerte, más alegre, más bella. Sus alas
doradas brillaban allí dónde fuera, nadie podía pararla, ya no, ya no se
dejaría vencer tan fácilmente, había cambiado, era como un renacer
nuevo. Todos se sentían orgullosos de ella, de aquella mariposa dorada
que antes había sido oruga.
La mariposa paseba bella y
delicadamente, cuando repentinamente notó un roce en sus alas, se giró y
vio que le habían tocado sus alas, su punto más débil. Sintió una
punzada en sus alas, el dolor era insoportable, tanto, que calló
desmayada. Algunos de los que estaban orgullosos de ella la vieron caer
en la más profunda oscuridad, la vieron caer y no hicieron nada para
salvarla, solamente podía depender de ella, volvía a estar sola...
¿Podrá esta vez levantarse la bella mariposa dorada?
¿Podrá luchar contra la oscuridad de su corazón nuevamente?
¿Podrá vencer a la oscuridad y a la soledad?
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